El primero, Albarracín, iba seco. La mayoría de los rápeles los destrepamos. Hizo bastante calor pero mereció la pena.
En Pajaruco sí corría algo de agua. La última zona, la más bonita, la hicimos de noche.
Tras la jornada barranquera, nos fuimos a cenar y dormir en el Albergue de Villaluenga del Rosario, donde descansamos y repusimos fuerzas para unirnos al resto de compañeros, al día siguiente, en Zahara de la Sierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario